Síntomas de parto prematuro: señales y precauciones

Probablemente escuchaste que llegada la fecha prevista de parto, el útero se contrae en ocasiones a medida que crece, se estira y comienza a "prepararse" para el parto. Estas contracciones de práctica se llaman contracciones de Braxton-Hicks y son perfectamente normales.

Sin embargo, cerca del 10 por ciento de las mujeres embarazadas experimentan contracciones de parto prematuro. A diferencia de las contracciones de Braxton-Hicks, las contracciones de parto prematuro son señales reales de parto. Indican que está comenzando el parto antes de que tu bebé esté preparado para nacer.

¿Cómo te darás cuenta si estás teniendo contracciones de Braxton-Hicks o contracciones de parto prematuro? Las diferencias yacen en la frecuencia, la intensidad y la duración. Esto es lo que tenés que tener en cuenta:

Contracciones de Braxton-Hicks

Comenzarás a sentir las contracciones de Braxton-Hicks en el tercer trimestre. Probablemente sientas como un endurecimiento del útero, casi como si estuviera formándose una pelota, o quizás sientas que el bebé está dando saltos. Estas contracciones generalmente no son dolorosas y se detendrán luego de una hora aproximadamente. Aunque todas las mujeres tienen contracciones de Braxton-Hicks, no todas las sienten, particularmente con el primer bebé. Por lo tanto, no te asustes si nunca las sentís.

Síntomas de trabajo de parto prematuro

Las contracciones de parto prematuro pueden producirse en cualquier momento entre la semana 20 y la semana 37 de embarazo. No se interrumpen, y se pueden volver aún más constantes, regulares e incómodas a lo largo del tiempo.

Indicios de trabajo de parto prematuro:

  • Dolores similares a los menstruales sobre el hueso púbico

  • Presión o sensación de dolor en la zona de la pelvis, las nalgas o la ingle

  • Dolor lumbar en la zona baja o presión en la espalda

  • Dolores intestinales o diarrea

  • Pérdidas vaginales en aumento

  • Pérdidas de fluidos, de color rosáceo o amarronado, o sangre vaginal

Si detectás algunos de estos síntomas o más de cuatro contracciones por hora, comunicate con tu médico o enfermera de inmediato. Es posible que te pidan que te acerques a un hospital o clínica para monitorear mejor tu síntomas, o para que tu médico tome el tiempo de las contracciones. Podés sentir las contracciones (tu útero que se endurece y se relaja) si te tocás el abdomen con los dedos suavemente.

Cómo detener el parto prematuro

Si comenzás el proceso de parto prematuro, puede ser que tu médico te sugiera formas de detener el proceso, como reposar en cama, y tomar mucho líquido.

Si las contracciones continúan, quizás te ingresen al hospital de modo que tu médico pueda llevar control de tus síntomas con más frecuencia.

Cómo evitar el parto prematuro

También podés tomar ciertas precauciones que te ayudarán a evitar el parto prematuro desde el comienzo.

  • Tomá ocho onzas de jugo o de agua cada un par de horas para evitar la deshidratación, lo cual puede hacer que el útero se vuelva más irritable.

  • Tenés que tener una dieta saludable y aumentar entre 11 y 16 kilos durante el embarazo.

  • Cuando vayas al baño, tenés que limpiarte desde adelante hacia atrás para evitar desarrollar una infección urinaria.

  • Sentate con las piernas en alto cuando sea posible, y no levantes objetos pesados.

  • Deberás dejar de hacer actividad física y descansar si tenés contracciones que no paran rápidamente.

  • Intentá reducir las situaciones que te causan estrés.

La posibilidad de un trabajo de parto prematuro puede causar un poco de susto, pero la mayoría de las mujeres sólo experimentan contracciones de Braxton Hicks.

Tenés que cuidarte y asegurarte de estar en contacto con tu médico en caso de que suceda algo inusual.

Sobre el contenido aquí publicado

La información de este artículo se basa en las recomendaciones de expertos que se encuentran en fuentes rigurosas: médicas, institucionales y/o gubernamentales. En ninguna circunstancia, el contenido de esta página debe reemplazar las sugerencias médicas y/o de especialistas. Es responsabilidad del lector siempre acudir a los profesionales para obtener orientación precisa. Para más información de nuestros lineamientos editoriales, consulta el apartado Ética Editorial de Pampers®.