La importancia del juego y las diferentes formas de jugar

Jugar es el trabajo en la infancia. Es el laboratorio en el que los niños descubren cómo funciona el mundo, quiénes son, quiénes pueden ser y lo que pueden y no pueden hacer.

Los juegos son diferentes, tanto en su estilo como en su efecto. Observá atentamente cuáles son los tipos de juegos en los que participa tu hijo y vas a ver cómo se relaciona con el mundo.

Juego simbólico

Para un bebé o un niño pequeño, un bloque es solo eso, un bloque. Si hay más de uno, probablemente los apile o los separe. Pero para los 2 años, tu hijo puede empezar a usar los bloques para muchas más cosas. Se pueden convertir en casas, automóviles o lo que él desee.

Los juguetes se convierten en símbolos de otras cosas.

Quizá intente alimentar a una muñeca como si fuera una criatura. Si prestás atención, verás que a veces sostiene la muñeca o el peluche tal como vos lo sostenés a él.

Este tipo de representación simbólica te demuestra el nivel de sofisticación que está adquiriendo su cerebro. También le permite preparase para los eventos que puedan serle potencialmente atemorizantes. Por ejemplo, un pediatra experimentado que necesita revisar el oído de tu hijo para detectar si tiene una infección, quizá comience revisando las orejas del peluche que tiene consigo. De esa manera, el niño pequeño sabe de antemano qué le harán y tiene menos temores.

Juego en paralelo

Los niños pequeños necesitan compañeros de juego, pero juegan distinto de como lo hacen los niños más grandes. Si dos pequeños de 18 meses están juntos y con juguetes semejantes en la misma habitación, notarás que no parecen prestarse demasiada atención.

Pero si los observás con más detenimiento, verás que si uno toma un camión, el otro probablemente hará lo mismo. Si el primer niño mira al camión y dice "No" (la palabra favorita de un niño pequeño), el segundo seguramente lo imitará y gritará "¡No!" también. Si los niños son más grandecitos y poseen más habilidades del lenguaje, quizás los escuches manteniendo algo semejante a una conversación sin sentido. "Cachorro pasea en auto". "Ese camión grande". "¿Cachorro tiene hambre?" "Mi camión. Rum, rum".

Este es un ejemplo de juego en paralelo. A diferencia de los niños más grandes, que interactúan y se comunican directamente, los niños pequeños juegan en paralelo. Aunque en apariencia los niños parecen jugar en forma independiente, a esta edad están atentos al comportamiento del otro. El juego en paralelo suele ser un primer paso en la formación de relaciones sociales fuertes por fuera de la familia. Los compañeros del juego en paralelo son los primeros amigos de tu hijo.

Juego imaginario

Entre los niños pequeños, la línea entre la fantasía y la realidad es encantadoramente difusa. Un niño de más de dos años, o de edad preescolar, puede luchar contra dragones o volar hasta la luna, y todo esto sin abandonar el dormitorio. Si querés construirle a tu hijo a esta edad un fuerte, solo necesitás dos sillas y una manta sobre ambas. El juego imaginario cumple varias funciones y modifica los límites del juego. Permití a tu hijo explorar ideas nuevas y vivir la vida desde una perspectiva distinta.

A partir de los 3 años aproximadamente, el juego imaginario suele ampliarse hasta incluir la creación de compañeros imaginarios. Estos amigos imaginarios suelen hacer cosas que el niño no puede o no se anima a hacer. Un compinche imaginario puede ser muy demandante o hablarles irrespetuosamente a otros niños y a los adultos. Puede tener poderes mágicos o mucha fuerza y conocimiento. De esta manera, un niño puede vivir la vida desde una perspectiva distinta y jugar con la noción de poder. También es una forma de que alguien más cargue con la responsabilidad si el niño vierte jugo en la alfombra nueva.

Algunos padres pueden sentirse preocupados por la existencia de un amigo imaginario, pero no deberían. De hecho, es algo que debe celebrarse.

La investigación dirigida por el Dr. Jerome Singer en la Universidad de Yale descubrió que los niños de edad preescolar que tenían amigos imaginarios también poseían imaginaciones más fecundas y vocabularios más enriquecidos que sus compañeros que no tenían amigos imaginarios. Además, generalmente eran más felices y se llevaban mejor con sus compañeros de clase. Es interesante que bastantes de esos niños no les contaron a sus padres sobre sus amigos imaginarios.

Juego colaborativo

Los niños en edad preescolar progresan del juego solitario y en paralelo hacia el juego colaborativo. En esta etapa, tu hijo aprende a dominar habilidades sociales nuevas e importantes, como compartir, turnarse, obedecer las normas y negociar. Todos estos comportamientos son muy difíciles de aprender para un niño pequeño. Después de todo, en esta etapa, los niños creen que son el centro del universo.

Compartir.

  • Cuando un niño en edad preescolar desea algo, el pensamiento de entregárselo a alguien más es casi insoportable.

  • Aprender a compartir es incluso más complicado debido a las formas confusas en que los adultos usamos la palabra. (Si le pedimos a un niño que comparta los juguetes, luego de un tiempo los recupera, pero si le pedimos que comparta sus galletitas, a estas no las recupera nunca).

  • Los niños en edad preescolar encuentran más fácil compartir si ya han pasado tiempo jugando el tipo de juegos en los que entregan algo a sus padres y luego estos se lo devuelven.

Turnarse.

  • Los deseos de un niño en edad preescolar son urgentes e inmediatos. Cuando quiere algo, lo quiere AHORA.

  • Turnarse exige posponer la gratificación e imaginar lo que es ser los demás niños que están jugando.

  • La empatía que tiene aprendida en el hogar y mediante el juego en paralelo lo ayudará.

Obedecer reglas.

  • Todos los niños pequeños desean ganar en los juegos en los que participan. La mayoría hará lo que pueda por ganar, hasta pueden llegar a hacer un poco de trampa.

  • Es posible que los adultos se lo permitan, pero sus pares no lo harán, lo que dará lugar a lecciones significativas sobre la importancia de respetar las reglas.

Negociar.

  • ¿Quién va primero? ¿Cómo se decide qué juego organizar? ¿Quiénes son los policías y quienes los comisarios?

  • El juego colaborativo requiere que tu hijo entregue tanto como acepta, que ceda en lo que quiere, algo que no es fácil de aceptar cuando se siente el centro del universo.

Una vez que tu hijo pueda negociar, compartir, turnarse y respetar las reglas, estará bien encaminado para manejarse en el patio de juegos, los torneos deportivos de la escuela secundaria , las aulas de la universidad y la gerencia de la empresa.

Por eso es interesante que observes jugar a tu hijo. Obtendrás mucho conocimiento no solo sobre su desarrollo social sino también sobre sus habilidades de pensamiento. Y además, es realmente muy divertido.

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