¿Cómo aliviar los Dolores de Estómago en los Niños?

Dolor de panza en niños

Aunque el dolor de estómago es una queja común en los niños y representan del 5 al 10% de todas las visitas en los centros médicos o centros de emergencia, rara vez llegan a ser un motivo grave para preocuparse.

La mayoría de las veces, el dolor de barriga en niños es provocado por una infección viral en el aparato digestivo y desaparece en un par de días. Un estudio en Estados Unidos mostró que solo uno o dos de cada cien niños tenían problemas lo suficientemente graves como para que fuera necesario un tratamiento específico o una cirugía.

Dolor en la Boca del Estómago en Niños y Bebés: Causas y Soluciones

El dolor en la boca del estómago, también conocido como dolor epigástrico, es una queja común en niños y bebés que puede ser preocupante para los padres. Este malestar puede manifestarse de diferentes formas, desde un leve malestar hasta un dolor intenso. Comprender las posibles causas y cómo abordarlas es fundamental para garantizar el bienestar de los más pequeños.

Causas Comunes:

  • Indigestión o Acidez Estomacal: Los niños pueden experimentar indigestión debido a la ingesta de alimentos pesados, picantes o grasos. Esto podé provocar irritación en el revestimiento del estómago y causar dolor en la boca del estómago.

  • Infecciones Estomacales: Virus como el rotavirus o bacterias como Helicobacter pylori pueden causar inflamación en el estómago y provocar dolor epigástrico.

  • Estreñimiento: La acumulación de heces en el intestino puede ejercer presión sobre el estómago, causando molestias en la zona epigástrica.

  • Reflujo Gastroesofágico: Este trastorno ocurre cuando el contenido del estómago retrocede hacia el esófago, causando irritación y dolor en la boca del estómago.

Cómo Solucionarlo:

  • Dieta Saludable: Fomentar una alimentación equilibrada y evitar alimentos que puedan desencadenar la indigestión o acidez estomacal puede ayudar a prevenir el malestar.

  • Mantener Hidratación: Asegurarse de que los niños estén bien hidratados puede ayudar a aliviar el malestar estomacal y prevenir la deshidratación.

  • Descanso y Relajación: Proporcionar un entorno tranquilo y propicio para el descanso podé ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, que pueden exacerbar el dolor en la boca del estómago.

  • Medicamentos adecuados: En casos de dolor leve, se pueden administrar medicamentos como antiácidos o analgésicos infantiles bajo la supervisión de un médico.

  • Consulta Médica: Si el dolor persiste o se acompaña de otros síntomas preocupantes como vómitos persistentes, fiebre alta o sangre en las heces, es fundamental buscar atención médica de inmediato.

En resumen, el dolor en la boca del estómago en niños y bebés puede ser causado por una variedad de factores, desde la indigestión hasta infecciones estomacales. Identificar la causa subyacente y tomar medidas adecuadas, como una dieta saludable, hidratación adecuada y descanso, podé ayudar a aliviar el malestar y promover la recuperación.

Prestá atención a las señales

Hay algunas señales que deberías consultar con tu médico para comprender lo que sucede. Por más extraño que parezca, la intensidad del dolor no es necesariamente el problema más significativo, puede ser un cólico estomacal en niños, o bien, un dolor un poco más intenso.

Las flatulencias atrapadas en las asas del intestino pueden hacer que un niño comience a gritar repentina y desconsoladamente y hacer que se retuerza en el suelo, sin presentar fiebre ni vómitos, y se puede recuperar con un baño caliente y relajante. Señales preocupantes que pueden indicar problemas más graves:

  • Aumento de dolor con el transcurso de varias horas que hace que el niño no quiera ponerse de pie, no se deje tocar la panza o no se mueva

  • Dolor abdominal asociado con fiebre alta

  • Náuseas y vómitos, especialmente de color marrón, verde o amarillo, o con sangre

  • Un abdomen distendido; es decir, tenso e hinchado, y que sobresale más de lo que es normal para tu niño

  • Dolor al orinar

  • Sangre o pus en la orina, u orina de color marrón oscuro

  • Heces oscuras con sangre que parecen gelatina de grosellas, o pus en las heces

Si tu hijo presenta alguno de estos síntomas, deberías llevarlo al médico tan pronto como sea posible.

Dolor abdominal recurrente 

Si el niño se despierta por la noche debido a dolores de panza recurrentes y se asocian con la pérdida de peso, esto puede ser señal de una inflamación o infección crónica en el intestino.

Las molestias recurrentes que surgen solo en situaciones de estrés (como asistir a una escuela o guardería nueva o ir de viaje) y están acompañadas de otros síntomas son una forma de expresar la tensión. Se debe investigar al niño y la situación, no la panza.

Dolor con erupción

Existe un tipo de dolor abdominal acompañado de un sarpullido en las nalgas o piernas con un aspecto similar al de los moretones, este puede ser causado por una enfermedad llamada púrpura de Henoch-Schonlein. Es posible que nunca hayas oído hablar de esta enfermedad, pero es sorprendentemente común. Nadie sabe con certeza cuál es la causa de esta patología, pero parece estar relacionada con una infección bacteriana o viral.

La inflamación de los pequeños vasos sanguíneos puede provocar sangrado de la piel, así como del intestino y los riñones. Si bien no representa una amenaza para la vida, el pediatra te indicará que vigiles cuidadosamente a tu hijo durante varios días.

Sensibilidad a ciertos alimentos

La sensibilidad a ciertos alimentos, especialmente la intolerancia a la lactosa, puede causar calambres y flatulencias. Con frecuencia (pero no siempre) existe un antecedente familiar de problemas para digerir la leche. Si sospechás que este es el problema, eliminá la leche y los productos lácteos (o cualquier alimento que creas que es el responsable) durante una semana.

Si los síntomas desaparecen, volvé a introducirla. Si los síntomas regresan cuando se introduce la leche, hablá con tu médico para modificar la dieta de tu hijo y eliminar la leche mientras se le proporciona el calcio suficiente.

Causas poco Comunes del dolor de panza

Faringitis estreptocócica

Puede que te sorprenda saber que la faringitis estreptocócica a veces puede ocurrir sin dolor de garganta, pero la acompaña de fiebre y dolor de panza. A veces se cree que un niño tiene apendicitis cuando en realidad se le ha diagnosticado una infección por estreptococos.

Infecciones urinarias y neumonía

A veces también pueden causar dolor abdominal. Los pediatras analizan muestras de orina y realizan radiografías de tórax si no están convencidos de que el dolor de panza proviene de la panza. Tenés que estar alerta a otras molestias que tu hijo pueda tener en otras áreas, incluso cuando el principal problema sea la panza.

Cuidados en casa

En muchas ocasiones, el dolor de estómago de tu bebé puedes calmarlo con remedios caseros; pero si observás que primero era dolor leve y ahora empeoró, lo recomendable es que llames a tu médico.

También evitá en tu hijo:

  • La cafeína

  • Las bebidas carbonatadas

  • Los cítricos

  • Los productos lácteos

  • Los alimentos fritos o grasosos

  • Los alimentos ricos en grasa

  • Los productos del tomate

Confiá en tus instintos

Si crees que tu hijo está muy enfermo, dejaselo saber a tu médico, aun si no podés indicar ningún síntoma específico; él diagnosticará y dirá que puede tomar para el dolor de estómago.

Lo mejor es prevenir

Tomá en cuenta estas recomendaciones para evitar el dolor de panza en niños: 

  • Comer excesivamente o antes de acostarse

  • Consumir muchos líquidos o alimentos ricos en fibra

  • Reducir los alimentos grasos y fritos

  • No compartir tazas, vasos, cucharas u otros utensilios

  • Lavarse las manos continuamente, principalmente después de ir al baño

En resumen

Recordá que la mayoría de veces, el dolor de estómago en niños menores es provocado por una infección viral y desaparece en un par de días. De todas formas prestá atención a sus síntomas y comportamiento, ya que probablemente pueda desarrollar dolor abdominal y sensibilidad a algunos alimentos, lo que podría resultar incómodo. No olvides observar cada detalle, dejarte llevar por tu instinto, visitar al especialista y contarle todo lo que viste para recibir la mejor valoración.

Fuentes:

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