¿Por qué algunos bebés lloran más que otros?
Para algunos niños, las lágrimas son la primera reacción ante un desafío o una provocación.
¿Por qué son tan sensibles?
En lugar de expresiones de debilidad, el melodrama y las lágrimas son señales de que el niño está sobrepasado y sensible. Como no puede expresar la intensidad de sus sentimientos en palabras, sus emociones se transforman en lágrimas. Generalmente, los niños en edad preescolar se olvidan rápidamente de un compañero que llora en algunas ocasiones. Es más bien un problema para los padres, quienes (equivocadamente) interpretan las lágrimas del niño como señal de que sus hijos fallaron en algo o no son lo suficientemente fuertes.
Cómo podés ayudarlo
Existen algunas técnicas que podés implementar para ayudar a un niño sensible a controlar el estrés.
Dejá que tu hijo llore, especialmente cuando esté enojado Recordá que el llanto es un signo de que tu hijo está sobrepasado y sensible. Si elegís este momento para decirle que no debe llorar, se enojará aún más y llorará aún más. En su lugar, tenés que darle el consuelo que necesita para reorganizar sus emociones.
Concentrate en los aspectos positivos y no en los negativos Si le decís a tu hijo que las experiencias de rutina, tales como las visitas al médico o al dentista "no dolerán" o "no le darán miedo”, esto solo incrementará la ansiedad del niño. Después de todo, él comprenderá que no hablarías de dolor si no lo hubiera. En su lugar, tenés que coordinar una visita en el consultorio del dentista para que vea el equipo, se siente en la silla del dentista y/o para que le cuenten cuánto dientes tiene. De esa forma, estará más relajado y colaborará cuando regrese a la cita para el examen real.
Asegurate de no reforzar su llanto involuntariamente Algunos niños lloran porque creen que es la única forma de llamar la atención de sus padres o de sus maestros. Si creés que es esto lo que puede estar sucediéndole a tu hijo, prestale más atención cuando se comporta de la forma en que te gustaría.
Enseñale a tu hijo que existen otras alternativas en lugar de llorar Por ejemplo, un niño en edad preescolar se concentrará en las emociones de una situación: "Esa niña es mala. La odio". Esto genera una tendencia a hacer que el llanto perdure. Luego de reconocer sus sentimientos ("Puedo ver que estás enojado con tu hermana"), ayudá a tu hijo a concentrarse en el comportamiento que disparó el sentimiento ("¿Acaso ella te empujó?").
Hablá sobre qué otras cosas pudo haber hecho en vez de llorar (Esperá a que se haya calmado, por supuesto) Tenés que darle alternativas, como hablar acerca del motivo por el que está enojado, especialmente al principio. Realizá un cambio de roles de modo que él pueda practicar nuevos enfoques la próxima vez que se sienta estresado.
Los aspectos positivos :
Esa sensibilidad parece tener un lado positivo también: más adelante, estos niños generalmente desarrollan más empatía. Son más rápidos para comprender y reaccionar a las emociones, no solo de otros niños, sino también de los animales. En las interacciones sociales, no solo lloran más que otros niños, sino que también se ríen más.
Es posible que tu hijo llore fácilmente, pero pronto te darás cuenta de que su sensibilidad en aumento tiene sus momentos reconfortantes también y que llenará sus días de alegría y empatía por otras personas.
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